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3 de marzo de 2025
El sector inmobiliario afronta el 2025 con optimismo, pero también con cautela. La reducción de tipos de interés, la sostenibilidad y la digitalización impulsarán el crecimiento, mientras que la incertidumbre regulatoria y los costes de construcción seguirán marcando el ritmo de la evolución del mercado.
El 2025 será un año clave para el sector inmobiliario debido a la combinación de factores que impulsarán su crecimiento y transformación.
Por un lado, la continuidad en la reducción de los tipos de interés fortalecerá la demanda de vivienda y la concesión de hipotecas, mientras que la sostenibilidad y la digitalización se consolidarán como ejes estratégicos para la inversión.
Por otra parte, la diversificación de activos hacia segmentos como el hotelero y el flex living marcará nuevas oportunidades.
Sin embargo, los desafíos regulatorios y el impacto de los costes de construcción exigirán cautela y una adaptación ágil del sector para mantener su atractivo inversor.
La evolución de los tipos de interés será determinante para el comportamiento del sector.
En 2024, la reducción de los tipos en la eurozona reactivó la concesión de hipotecas y disparó la demanda de vivienda. Todo apunta a que el Banco Central Europeo mantendrá esta tendencia en 2025, factor que consolidará el crecimiento del mercado residencial.
Aun así, el incremento de los costes de construcción podría afectar directamente a las promotoras, condicionando la oferta de vivienda y limitando la capacidad de crecimiento del sector.
A pesar de la incertidumbre económica, la confianza de los inversores en el sector inmobiliario se mantiene firme. El segmento residencial continúa siendo una apuesta segura debido a la fuerte demanda.
En paralelo, se observa un creciente interés por la diversificación, con inversores apostando por sectores como el hotelero y los activos alternativos, entre ellos las residencias de estudiantes y senior living.
En cuanto a localización, Madrid y Barcelona siguen liderando el atractivo inversor en oficinas, logística y residencial.
Además, ciudades como Málaga y Valencia ganan peso gracias a su dinamismo económico y oferta costera. Las Islas Baleares y Canarias también se consolidan como destinos clave, especialmente en el ámbito del turismo residencial de lujo.
La sostenibilidad se ha convertido en un eje central para la inversión inmobiliaria. En 2025, la regulación y la demanda del mercado impulsarán la construcción de activos más eficientes y con menor impacto ambiental.
Este fenómeno se percibe con especial fuerza en el sector de oficinas, donde la búsqueda de certificaciones medioambientales y la digitalización de espacios marcarán la diferencia.
El sector logístico también verá un crecimiento en la inversión sostenible. Los nuevos desarrollos estarán cada vez más orientados a la eficiencia energética y a la reducción de emisiones de CO2, con centros logísticos estratégicamente ubicados para minimizar el impacto del transporte.
El acceso a la financiación seguirá evolucionando en 2025. Aunque los bancos han incrementado su interés por financiar proyectos inmobiliarios, mantienen criterios de prudencia que pueden ralentizar el desarrollo de promociones. Como alternativa, la financiación privada y los modelos de crowdfunding están cobrando protagonismo, facilitando la viabilidad de proyectos que no cumplen con los estrictos requisitos de la banca tradicional.
En este contexto, los proyectos inmobiliarios con certificaciones de sostenibilidad tendrán mayores oportunidades de obtener financiación, tanto bancaria como alternativa, reforzando la tendencia hacia un mercado más ecológico y eficiente.
El crecimiento de la inversión en el sector del alquiler seguirá en alza, impulsado por la creciente demanda de vivienda en grandes ciudades. La escasez de oferta continuará tensionando los precios, con incrementos estimados entre el 5% y el 7% en las zonas más demandadas.
Por otro lado, el concepto de Flex Living sigue ganando terreno, con una oferta que se ha multiplicado por cinco desde 2020 y que podría superar las 28.000 unidades en 2027. Este modelo de alojamiento flexible está atrayendo tanto a inversores como a usuarios que buscan soluciones habitacionales más adaptadas a sus necesidades.
El sector retail ha demostrado una gran capacidad de adaptación a las nuevas tendencias de consumo. Para 2025, se espera una evolución en los centros comerciales, que incorporarán más espacios de ocio y servicios, apostando por experiencias diferenciadoras para atraer al público.
El High Street también experimentará una renovación, con la llegada de marcas premium a ubicaciones estratégicas.
En logística, la inversión seguirá enfocándose en proyectos bien conectados y con alto grado de sostenibilidad. Madrid, Cataluña y Andalucía se consolidan como los polos logísticos más competitivos, mientras que la creciente digitalización del comercio impulsará la demanda de centros de distribución avanzados.
Uno de los principales retos para el sector en 2025 será la falta de claridad normativa. La incertidumbre legislativa sigue generando inquietud entre los inversores, que buscan estabilidad y seguridad jurídica para sus proyectos.
Las políticas de vivienda, la fiscalidad y la regulación del alquiler serán factores clave que definirán el ritmo de crecimiento del mercado.
Según Sandra Daza, CEO de Gesvalt, “nos encontramos en un momento de grandes oportunidades, pero también de importantes desafíos. La atracción del inversor internacional depende en gran medida de la estabilidad regulatoria, y es fundamental que trabajemos en ofrecer un marco seguro y predecible para el sector”.
