¿Hay burbuja inmobiliaria?

Según los datos analizados no podemos decir que exista una burbuja inmobiliaria. Actualmente nos encontramos alrededor de un 30% por debajo del nivel de actividad que se registró en el año 2007. A pesar de la recuperación sostenida, el número de certificados de obra y visados actuales no llega a representar el 10% de los registrados en ese periodo y las compraventas quedan también alrededor de un 40% por debajo.

El sector ha aprendido de los errores pasados y se ha profesionalizado en todos los aspectos, lo que hace que se planteen desarrollos sostenibles, que satisfagan las necesidades de la demanda existente y estén localizados en zonas donde efectivamente exista escasez de oferta. Los promotores tienen voluntad de continuar su actividad, pero no quieren asumir riesgos innecesarios y se decantan por operaciones exhaustivamente analizadas a la hora de promover obra nueva.
 

 
Las restricciones crediticias también están contribuyendo a retener el fenómeno de burbuja puesto que en la actualidad las Entidades Financieras sólo conceden créditos a aquellos perfiles que disponen de recursos y que pueden demostrar solvencia para obtener la financiación.

Observamos determinadas ubicaciones en grandes ciudades como es el caso de Málaga, Barcelona, Madrid o Valencia en la que se está produciendo una importante concentración y presión de demanda y no cuentan con la oferta suficiente que la satisfaga. Esto está provocando un incremento de los precios y tenemos que vigilarlo.

Esta situación se solventaría mediante la puesta en mercado de mayor superficie de suelo listo para promover incrementándose así la oferta, sin olvidar el papel que jugaría la actividad de rehabilitación del parque residencial existente y que actualmente, en muchos casos, no se adapta a las necesidades de la demanda.