REAL ESTATE ADVISORY
Completa el siguiente formulario y un experto de nuestro equipo atenderá tu solicitud.
14 de septiembre de 2020
El mercado de los aparcamientos es un sector atractivo, tal y como demuestra la cantidad de fusiones y adquisiciones en los últimos años. Los cambios sociales tras la pandemia están favoreciendo el crecimiento de este segmento inmobiliario.
La irrupción del coronavirus ha alterado la forma en que trabajamos, consumimos, socializamos y también viajamos. Las restricciones al movimiento de mercancías y personas de una primera etapa y el riesgo de contagio en transporte público posterior, ha modificado hábitos de movilidad de los ciudadanos, quienes optan por trasladarse en vehículos propios.
Ante esta situación, las plazas de aparcamiento y los parkings emergen como oportunidad de inversión por su gran capacidad de crecimiento en los próximos años.
El mercado de los aparcamientos es un sector atractivo, tanto en Europa como en nuestro país, tal y como demuestra la cantidad de fusiones y adquisiciones en los últimos años, así como la aparición de nuevos operadores digitales destinados a ofrecer este servicio.
Los márgenes generados por algunos de los mayores operadores (los 5 mayores engloban el 50% del mercado total en nuestro país) provocan que esta clase de activos sean muy atractivos para los inversores.
La situación generada tras la pandemia provocada por el covid-19 trae consigo una serie de consecuencias y tendencias en el comportamiento de las personas, entre las que podemos destacar el distanciamiento social.
En este sentido, ya sea tanto por recomendación sanitaria como por preferencia individual, consideramos probable que el volumen de trayectos cortos en vehículos particulares aumente, en detrimento del uso del transporte público, al menos en el corto y medio plazo.
Además, es posible que otros nuevos comportamientos, como la sistematización del teletrabajo o el incremento de la demanda de ocio doméstico, pueda repercutir en un menor número de desplazamientos.
Por lo tanto, a la espera de cómo se vaya a comportar la sociedad una vez alcanzada la normalidad, tendremos que analizar estas dos variables. Es posible que este tipo de activos vean incrementado su interés, pero también tendremos que ver cómo le afecta una posible reducción del volumen de su demanda.
Es posible que el interés por la inversión en parkings haya aumentado, pero aún no ha habido tiempo como para que se manifieste en una tendencia demostrable y consolidada en el tiempo.
Por otro lado, meses antes del inicio de la crisis sanitaria, empezamos a observar una nueva tendencia con respecto al uso de los parkings.
En los edificios de oficinas de las grandes ciudades se observaba como un importante número de plazas reservadas para empleados estaban en desuso por la preferencia de muchos trabajadores de desplazarse en transporte público.
Para aprovechar este espacio, algunos de los propietarios de estos inmuebles se plantearon destinar ese espacio a la logística de la “última milla” implantando zonas de almacenamiento con la idea de cubrir las necesidades que acarrea el aumento del e-commerce y la necesidad de espacios en los centros de las ciudades.
Tendremos que observar si las consecuencias de la pandemia en los posibles cambios de hábitos podrían modificar estas tendencias que ya existían.
El sector del parking ha estado disfrutando de un crecimiento medio interanual de más de un 3% desde 2014 (y durante la crisis anterior, sufría caídas inferiores al 1% anual) por lo que ha demostrado ser un sector estable, capaz de resistir sin sufrir demasiado en las condiciones más adversas para la economía.
Durante el año pasado, la rentabilidad derivada de las plazas de garaje superaba el 6%, con picos de rentabilidad en determinados barrios, como por ejemplo Moncloa en la capital o Les Corts en Barcelona, donde la rentabilidad superaba el 7%.
Por su parte, la rentabilidad bruta del alquiler residencial fue del 5,7%.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el mercado es enormemente heterogéneo en nuestro país, tanto en el sector residencial como en el de las plazas de garaje, por lo que no todas las zonas arrojan la misma rentabilidad.
Es importante señalar que existen otras ventajas más allá de la rentabilidad en la inversión en plazas de garaje respecto a la inversión en vivienda, como por ejemplo un menor precio, que a su vez pueda provocar que no sea necesario recurrir a la financiación, menores gastos de mantenimiento, una rentabilidad más rápida (siempre y cuando se haya buscado una buena ubicación) y una mayor capacidad para liquidar el activo.