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La taxonomía europea de las inversiones sostenibles

23 de octubre de 2023

¿Cuáles son las actividades consideradas como sostenibles y a qué empresas afecta? Resolvemos las principales dudas.

La taxonomía europea de las inversiones sostenibles

La idea principal del Reglamento Taxonómico de la UE es proporcionar a inversores, empresas y otros actores del mercado una herramienta clara para reconocer aquellas actividades que son genuinamente sostenibles y, por tanto, merecen una inversión.

Oficialmente conocido como Reglamento (UE) 2020/852, es una herramienta legal que tiene como objetivo crear un lenguaje común y un marco de criterios para determinar si una actividad económica es ambientalmente sostenible.

El Reglamento especifica seis objetivos medioambientales, entre ellos:

  • Mitigación del cambio climático.
  • Adaptación al cambio climático.
  • Prevención y reducción de la contaminación.

¿A quién afecta la taxonomía verde?

La taxonomía afecta a varios agentes:

  • Las empresas con más de 250 empleados en su plantilla, una facturación superior a 40 millones de euros y/o más de 20 millones en activos. Tendrán que indicar la proporción de su volumen de negocio, inversiones y gastos que corresponde a actividades sostenibles.
  • Los Estados miembros que introduzcan medidas, normas o etiquetas públicas para los productos financieros ecológicos o los bonos verdes.
  • Los agentes financieros, instituciones de supervisión financiera (por ejemplo, bancos centrales) y compañías de seguros.
  • Las socimis (sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliaria) al tratarse de empresas cotizadas, estarán obligadas a partir del cierre del ejercicio 2026 incluso si no alcanzan la cifra de empleados, mientras que para los Family Office, cumplir con la taxonomía se considera información atractiva de cara a fondos de inversión y clientes, quienes demandarán cada vez más esta información.

Cabe mencionar que mientras las empresas más pequeñas y no públicas no tienen actualmente la obligación directa de reportar según el Reglamento Taxonómico, muchas pueden verse indirectamente afectadas.

Por ejemplo, si son proveedores o clientes de empresas grandes que sí están obligadas a reportar, estas últimas podrían solicitar información relevante para cumplir con sus propias obligaciones de divulgación.

Para que una actividad sea considerada sostenible según este reglamento, debe:

  • Contribuir significativamente a uno o más de los seis objetivos medioambientales establecidos, que incluyen la mitigación y adaptación al cambio climático, la protección de aguas y mares, la transición a una economía circular, la prevención y control de la contaminación, y la protección y restauración de la biodiversidad y ecosistemas.
  • No causar un daño significativo a ninguno de los seis objetivos.
  • Cumplir con los estándares mínimos de protección social.
  • El reglamento establece la base y delega en la Comisión Europea la tarea de desarrollar criterios técnicos específicos para cada actividad económica, los cuales están siendo publicados en una serie de actos delegados.

Una actividad se clasifica como sostenible si cumple al menos uno de los seis objetivos siguientes:

  • Mitigación del cambio climático.
  • Adaptación al cambio climático.
  • Uso sostenible y protección de los recursos acuáticos y marinos.
  • Transición a una economía circular.
  • Control de la contaminación.
  • Protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas.

El Reglamento abarca no solo las actividades “sostenibles”, sino también las “actividades de transición” para las que aún no se dispone de tecnologías con bajas emisiones de carbono, pero cuyas emisiones son compatibles con la limitación del aumento de la temperatura a 1,5 °C establecida en el Acuerdo de París, y las “actividades facilitadoras”, que son actividades de fabricación que producen los productos necesarios para llevar a cabo actividades sostenibles.

Por último, el Reglamento obliga a determinadas empresas a publicar información anual sobre la admisibilidad y la adecuación de sus actividades a la taxonomía.

El Reglamento Taxonómico es un paso adelante en los esfuerzos de la UE para dirigir el capital hacia actividades sostenibles y para combatir el “greenwashing”. Aunque las obligaciones de reporte se centran en ciertas empresas, el impacto del reglamento es amplio, afectando indirectamente a muchos otros actores en la cadena de valor.

¿Cómo puede ayudar Gesvalt en las inversiones sostenibles?

Los informes de taxonomía son fundamentales para mostrar la transparencia de las compañías, su grado de compromiso de sostenibilidad, reducir la incertidumbre y transmitir confianza.

Gesvalt asesora a sus clientes en el cumplimiento de las obligaciones de divulgación establecidas por el Reglamento de Taxonomía Europea sobre la sostenibilidad de las actividades que realizan, con un equipo de expertos especializados en acreditar la sostenibilidad y en la confección de los reportes.

 
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