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19 de diciembre de 2022
Contra el “greenwashing”: un nuevo informe analiza la evolución de los objetivos medioambientales declarados y medibles en la actividad de las empresas, y los resultados son optimistas, aunque queda camino por recorrer.
Gracias al poder de la información, los consumidores son más conscientes de su papel en la sociedad y el entorno y, a la vez, más cuidadosos a la hora de elegir las empresas que apoyan. Los inversores -y el público- exigen más transparencia, divulgación y liderazgo socialmente responsable de las empresas.
El ecopostureo, o más conocido por la voz inglesa greenwashing, alude a la práctica de mercado de algunas empresas de mostrarse más respetuosas con el medio ambiente a la hora de presentar sus productos o sus servicios de lo que en realidad son.
Un estudio sobre el greenwashing en la Unión Europea el año pasado descubrió que casi la mitad de las afirmaciones sobre sostenibilidad realizadas por las empresas eran exageradas, engañosas o falsas. En concreto, el 42% de los casos analizados sobre prácticas de sostenibilidad muestran “afirmaciones exageradas, falsas o engañosas y podrían considerarse prácticas comerciales desleales según las normas de la UE”. Y casi 6 de cada 10 de los casos no aportan pruebas de fácil verificación para respaldar sus afirmaciones.
Un reciente estudio de la consultora Trascendent, especializada en impacto social empresarial, muestra cómo está siendo la implicación en temas de sostenibilidad de las empresas cotizadas en España, a partir de variables medibles y cuantificables. Para ello han analizado los objetivos medioambientales y sociales de 85 empresas, entre las que figuran todas las compañías del IBEX 35 y otras 50 que cotizan en el mercado continuo con el objetivo de:
Algunas conclusiones que arroja el estudio sobre la evolución de los objetivos medioambientales y sociales de las empresas cotizadas:
Camino por recorrer. Pese al significativo avance en la fijación de objetivos sociales y medioambientales, aún queda camino por recorrer, tanto en el nivel de compromiso de sus objetivos como en el número de empresas que los fijan.
Los inversores se están mostrando muy críticos con el enfoque de las empresas a la hora de revelar información importante sobre la actividad de sostenibilidad. El análisis de las métricas financieras por sí solo ya no es suficiente.
La Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) -aprobada en octubre de 2022- hará que las empresas sean más responsables públicamente al obligarlas a divulgar periódicamente información sobre su impacto social y ambiental. La directiva, busca acabar con el greenwashing y sentar las bases para los estándares de informes de sostenibilidad a nivel mundial.
Las empresas que apuestan por los valores ESG se consideran socialmente responsables. Los clientes e inversores tienen una buena percepción de las compañías que se esfuerzan por alcanzar sus objetivos para las personas y las comunidades en las que operan.
Esta transparencia a la hora de comunicar sus acciones y planes de futuro, por medio de los Estado de Información No Financiera (EINF), da a los clientes la seguridad de que pueden confiar en la empresa para mejorar la sociedad.
El EINF es un informe que permite comprender cómo está evolucionando la empresa en cuestiones éticas, ambientales y sociales.
Gesvalt está ayudando a crear valor a largo plazo para los clientes, las personas y la sociedad al construir la confianza en los mercados. La compañía asesora a sus clientes en la elaboración del Estado de Información No Financiera (EINF), así como en el cumplimiento de las obligaciones de divulgación de información para aquellas empresas con actividades elegibles según la taxonomía europea. Contacta con nosotros aquí.
