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29 de abril de 2025
El mercado de vivienda asequible en España representa una oportunidad para desarrollar proyectos rentables y sostenibles que respondan a la creciente demanda habitacional.
El acceso a una vivienda asequible es uno de los principales desafíos del sector inmobiliario en España. El desajuste entre oferta y demanda ha generado una situación donde la vivienda sigue siendo un bien escaso, especialmente en grandes ciudades como Madrid.
Sin embargo, esta problemática también abre una oportunidad para la construcción y rehabilitación de un parque residencial moderno, flexible y sostenible.
Madrid enfrenta un déficit de vivienda que persistirá en los próximos años, incluso con los actuales proyectos público-privados en marcha.
Según ASPRIMA, se necesitarán más de 53.000 viviendas anuales durante el próximo lustro, lo que duplica la oferta prevista hasta 2030.
Esto resultará en un déficit acumulado de más de 40.000 viviendas, y significa que alcanza un total de 265.000 unidades necesarias. Por otro lado, el INE proyecta la creación de 246.000 nuevos hogares anuales en España hasta 2039, con una concentración significativa en Madrid y su entorno.
Este incremento de la demanda, junto con la falta de oferta, sigue elevando los precios de la vivienda a niveles récord.
La construcción y gestión de vivienda asequible se ha convertido en una inversión rentable, si se estructura adecuadamente. Aunque presenta desafíos financieros, los incentivos públicos pueden reducir significativamente los costes y mejorar la viabilidad del modelo.
La clave del éxito radica en la selección del emplazamiento, especialmente en zonas periféricas con buena infraestructura y accesibilidad.
La falta de transporte y servicios esenciales puede afectar la demanda, por lo que planificar el desarrollo con criterios de conectividad y calidad de vida se ha vuelto un factor fundamental.
El sector enfrenta múltiples desafíos, entre ellos la financiación, la regulación y la aceptación social. Sin embargo, ofrece oportunidades como la revitalización de áreas periféricas, la generación de empleo y la mejora de la cohesión social.
Un aspecto clave es la convivencia entre la vivienda de lujo y la vivienda accesible. Un urbanismo inclusivo y equilibrado puede garantizar que diferentes segmentos socioeconómicos coexistan, fomentando el acceso equitativo a servicios públicos de calidad.
La implementación de regulaciones de inclusión y modelos de colaboración público-privada puede contribuir a equilibrar la oferta sin afectar la plusvalía de las zonas urbanas.
El compromiso con la sostenibilidad y el impacto social es fundamental en el desarrollo de vivienda asequible. Empresas como Ktesios y AZ Capital apuestan por proyectos con un alto componente social, factor que garantiza que las inversiones tengan un impacto positivo en la comunidad.
La integración de criterios ESG en la planificación inmobiliaria mejora la sostenibilidad de los proyectos al tiempo que también genera valor a largo plazo.
Existen diversas estrategias de inversión para abordar la vivienda asequible, como el «Build to Rent», el «Senior Coliving» y los modelos mixtos.
Estos enfoques permiten diversificar riesgos, maximizar rendimientos, y ofrecen estabilidad y rentabilidad a los inversores.
En cuanto al alquiler, es fundamental promover el aumento del parque de vivienda social en este régimen. Según el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, hasta septiembre de 2023 se entregaron 5.441 viviendas protegidas, pero ninguna en alquiler con opción a compra. Fomentar este modelo ayudaría a mitigar la crisis de acceso a la vivienda.
Para abordar estos desafíos, la colaboración entre el sector público y privado es imprescindible en este contexto.
Promotores e inversores demandan un marco regulatorio estable, incentivos fiscales y mayor agilidad en los trámites administrativos. La seguridad jurídica debe equilibrarse con la flexibilidad normativa para garantizar un entorno atractivo para la inversión.
Además, la reconversión de edificios obsoletos en activos residenciales es una solución eficiente para incrementar la oferta de vivienda. Ciudades como Madrid ya están trabajando en facilitar la transformación de edificios de oficinas en viviendas.
Hacia el futuro del sector. El mercado de vivienda asequible en España representa una oportunidad para desarrollar proyectos rentables y sostenibles que respondan a la creciente demanda habitacional.
Con un enfoque adecuado en planificación, inversión y colaboración público-privada, es posible cerrar la brecha entre oferta y demanda, garantizar el acceso a viviendas dignas y contribuir al desarrollo urbano de forma equilibrada y sostenible.
El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (MIVAU) ha elevado su objetivo en materia de alquiler asequible, con la creación de más de 184.000 viviendas a través de nuevas promociones o mediante la rehabilitación de edificios no residenciales, ubicados en suelo público. Esta iniciativa responde a la creciente presión sobre el mercado del alquiler, especialmente en los grandes núcleos urbanos.
Para los inversores, este escenario representa una oportunidad estratégica: colaborar con la administración permite acceder a incentivos, beneficiarse de suelo en condiciones competitivas y responder a una demanda estructural que sigue al alza. La combinación de apoyo institucional y fuerte demanda proyecta al segmento de vivienda asequible como uno de los más dinámicos de cara a 2025.
