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18 de diciembre de 2023
La compañía invirtió 4 años de investigación colaborando con la Universidad de Valencia para el desarrollo de una nueva variedad genética de tomate.
Los bienes intangibles son esenciales para el crecimiento y la competitividad de las empresas.
Por la capacidad consultora y calidad técnica de sus informes, Ikersa confió en Gesvalt para determinar el valor de un activo singular como es una patente genética.
Hortícola Ikersa es una empresa agrícola de nueva creación que ya se ha convertido en la mayor operadora especialista en tomates de colgar en España. Gran parte de su éxito se debe a la comercialización de variedades patentadas y productos específicos, así como a la posibilidad de personalizar el producto final.
La compañía invirtió 4 años de investigación colaborando con la Universidad de Valencia para el desarrollo de una nueva variedad genética de tomate.
Nuestro trabajo consistió en la valoración de derecho obtentor (mejoramiento genético) sobre variedad vegetal, una nueva mutación genética creada por la compañía andaluza.
Por definición, para que una variedad vegetal sea reconocida como nueva, el obtentor obtiene el derecho al crear, descubrir o poner a punto una variedad vegetal mediante métodos y técnicas de mejoramiento, las cuales pueden ir desde una selección básica hasta la aplicación de tecnología avanzadas de ingeniería genética.
La valoración de un activo especial puede variar en función de su naturaleza. Se necesita un equipo de expertos específico para poder llegar a un valor adecuado. En general, la metodología combina factores, como la demanda en el mercado, la rareza, la condición del activo, su utilidad y otros factores particulares del tipo de activo.
La valoración de un activo intangible exige una investigación de los factores esenciales que afecten a su valor de mercado. En este sentido, entran en juego: