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21 de abril de 2025
A medida que aumentan los desafíos climáticos globales, las empresas adoptan estrategias para incorporar consideraciones medioambientales en sus operaciones. ¿Qué es una empresa sostenible?
Desde que las cuestiones ambientales se incorporaron a la agenda global, los gobiernos han orientado a las empresas hacia la sostenibilidad.
Si bien asociamos «sostenibilidad» con la atención ambiental de una empresa, también existen otras dos áreas en las que las empresas deben ser sostenibles, como el área social, para lograr una relación adecuada y una comunicación fluida con sus grupos de interés, y la económica, para lograr una gestión transparente y una correcta distribución de la riqueza generada.
El objetivo de la fiscalidad verde es incentivar a las personas y organizaciones a reducir su impacto ambiental, penalizando a quienes realizan prácticas insostenibles y recompensando a quienes adoptan comportamientos más sostenibles.
Los impuestos verdes o ambientales, gravan la energía, el transporte y la contaminación de los recursos utilizados por las empresas. Se implementan como incentivo para que las organizaciones reduzcan su impacto ambiental y adopten prácticas más sostenibles.
La fiscalidad verde incentiva a las empresas a operar de forma más respetuosa con el medio ambiente.
Para que un negocio sea más sostenible, es necesario analizar lo que hace, lo que compra y cómo usa y los desechos que generan sus productos. También implica adoptar alternativas ecológicas, locales, orgánicas o de bajas emisiones.
Aquellas empresas que aplican los criterios sostenibles contribuyen al progreso de las generaciones presentes y futuras y a la creación de riqueza, a la vez que siguen creciendo.
La sostenibilidad corporativa también tiene un fuerte componente social.
Factores como la diversidad de liderazgo, una proporción equitativa entre la remuneración del director ejecutivo y el promedio de los trabajadores y una baja rotación de personal desempeñan un papel importante en las clasificaciones de sostenibilidad.
El Índice Global 100 es una lista anual independiente de Corporate Knights que clasifica a las 100 empresas más sostenibles del mundo. Los factores analizados incluyen las emisiones de carbono, el consumo de agua y los niveles de inversión sostenible. También se consideran indicadores no ambientales, como la remuneración de los trabajadores y la paridad de género.
La última edición muestra que las principales empresas siguen aumentando su inversión en la transición verde y han ampliado sus inversiones sostenibles, lo que ha dado lugar a que una parte cada vez mayor de los ingresos proceda de fuentes sostenibles.
Schneider Electric SE, con sede en Francia, se ha aupado al primer puesto de los 100 Globales de 2025, desde el séptimo lugar que ocupaba el año pasado, gracias a su alto nivel de inversión e ingresos sostenibles, su destacada actuación en materia de diversidad de género y la baja intensidad de carbono de su producción.
Al igual que la mayoría de las empresas incluidas en la lista Global 100, Schneider no es un nombre muy conocido entre los consumidores, sino que suministra la tecnología necesaria para la transición ecológica, incluidos los controles energéticos de edificios, la energía solar no conectada a la red, la recarga de vehículos eléctricos y la automatización de redes.
En España, Gesvalt ha sido la primera consultora inmobiliaria del mercado en tener una huella de carbono neta positiva.
Una estrategia fiscal ecológica también puede implicar deducciones y beneficios fiscales para las empresas que se mantengan sostenibles, en lugar de penalizar a las que no lo sean.
Al fijar un coste a las actividades contaminantes, los impuestos verdes proporcionan una señal de precio que incentiva la inversión en tecnología y productos ecológicos.
La política fiscal también puede utilizarse para incentivar la inversión ecológica, por ejemplo, mediante créditos y deducciones.
Beneficios de la sostenibilidad para los negocios.
La Agencia Tributaria establece una lista de gastos que pueden ser considerados fiscalmente deducibles, entre los cuales se encuentran:
Y muchos más: consulta la lista completa.
El artículo 15 de la Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto sobre Sociedades, establece que ciertos gastos no se consideran fiscalmente deducibles, entre ellos:
Consulta la lista completa en la web de la Agencia Tributaria.
Las bonificaciones fiscales por eficiencia energética sirven como herramientas para motivar a las empresas y a las personas a adoptar medidas sostenibles.
En España, las empresas pueden acceder a bonificaciones al implementar medidas de eficiencia energética:
Deducciones en el Impuesto sobre Sociedades. Las inversiones en instalaciones de energías renovables, como sistemas de autoconsumo, pueden ser objeto de deducciones fiscales.
Subvenciones para la eficiencia energética en la industria. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) ofrece programas de ayudas dirigidos a PYMEs y grandes empresas del sector industrial que realicen actuaciones de eficiencia energética.
Programas de incentivos para energías renovables. Existen incentivos para la ejecución de instalaciones de autoconsumo y almacenamiento con fuentes de energías renovables, aplicables al sector empresarial.
El Impuesto de Actividades Económicas (IAE) se aplica tanto a los autónomos como a las sociedades, por el hecho de realizar una actividad empresarial, profesional o artística dentro del territorio español.
Es un tributo municipal que grava la realización de cualquier tipo de actividad económica. Actualmente, el impuesto solo se exige a aquellas empresas que tengan una cifra de negocio superior a 1 millón de euros en territorio común y 2 millones de euros en territorio foral.
Algunas de las principales iniciativas disponibles en cuanto a subvenciones y ayudas públicas para empresas que buscan mejorar en sostenibilidad:
1. Programa de Apoyo al Transporte Sostenible y Digital. Este programa, con una dotación de 800 millones de euros, tiene como objetivo mejorar la eficiencia del sistema de transporte mediante la digitalización del sector y el fomento de modos más sostenibles.
2. Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva (FAIIP). Gestionado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el FAIIP ofrece apoyo financiero a proyectos industriales que busquen mejorar su sostenibilidad y eficiencia.
3. Programa «Pyme Sostenible» de la Cámara de Comercio de España. Este programa tiene como objetivo mejorar la productividad y competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas mediante la adopción de una cultura de innovación orientada al crecimiento económico sostenible.
4. Subvenciones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Este ministerio concede subvenciones en régimen de concurrencia competitiva a entidades del Tercer Sector y organizaciones no gubernamentales para el desarrollo de actividades de interés general relacionadas con la protección del medio ambiente.
Casi todo el mundo coincide en que la fiscalidad verde desempeña un papel esencial en las organizaciones.
Las deducciones fiscales para empresas sostenibles en España, además de aliviar la carga impositiva de las organizaciones, impulsan la competitividad y la innovación. Optar por la sostenibilidad supone una ventaja estratégica que permite crecer de forma eficiente y alineada con las nuevas exigencias del mercado y de todas las partes interesadas.