El mercado inmobiliario español, el más atractivo de Europa

Hace tiempo que la recuperación económica y, más concretamente, la del mercado inmobiliario, son una realidad en España. En esta era post-crisis encontramos un sector que se está profesionalizando a pasos agigantados, que ha aprendido de los errores del pasado y que apuesta claramente por la calidad y una inversión más estratégica. A esto hay que añadirle unos tipos de interés muy bajos, que facilitan enormemente la financiación de activos, así como el exceso de liquidez por parte de inversores que quieren ver crecer su capital y que miran con buenos ojos invertirlo en el sector inmobiliario. Todo ello ha generado un notable incremento del interés, y, por tanto, de la demanda de activos de diversa naturaleza, por parte de fondos tanto nacionales como internacionales. Tanto es así que, a día de hoy, el mercado inmobiliario español es, sin duda, el más atractivo de Europa. Y, según los datos que manejamos, esta situación se mantendrá en los próximos años.

En este sentido, atendiendo a estos factores y considerando el volumen de demandas de valoración de carteras y de activos que recibimos, pensamos que 2017 se comportará de una forma muy similar a 2016 y esperamos que se produzca un volumen de inversión en activos terciarios de alrededor de los 14.000 millones de Euros.

Dentro de los subsectores que encontramos, estimamos que habrá un incremento importante en la inversión de activos residenciales, especialmente con paquetes de inversión de viviendas destinadas al alquiler, dado el cambio del modelo de familia y el acceso de los millenials a la vivienda. Esta generación, que comenzó a trabajar en plena crisis, no solo cuenta con un menor nivel adquisitivo, sino que, además, apuesta claramente por el régimen de alquiler, en detrimento de comprar un piso en propiedad, ya que valoran la movilidad que les permite esta opción. La construcción de promociones destinadas al arrendamiento, por tanto, se perfila como una notable oportunidad de inversión.

Este aumento de la demanda y, por tanto, del interés por satisfacerla, está evidenciando la necesidad de apostar por una actividad más profesionalizada que centre sus esfuerzos en responder a las necesidades del inquilino, mejorando la calidad de viviendas y evitando así los altos niveles de rotación que se dan en la actualidad.

No obstante, pese al atractivo indudable del sector inmobiliario, no se pueden dejar de lado los retos a los que se enfrenta. El mercado inmobiliario en España es estrecho, y esto implica, cada vez más, una falta de buenas oportunidades que respondan a la demanda del inversor y al exceso de liquidez que presenta el mercado.

En buena medida, ésta es la razón por la cual, además de los activos tradicionales, que ofrecen rentabilidades bajas, están emergiendo otro tipo de activos denominados alternativos –hospitales, residencias de estudiantes o de la tercera edad–, que pueden ser idóneos para reinvertir la liquidez. Son esta clase de inversiones una de las que nosotros vemos con mayor potencial en los próximos tres- cinco años y en los que se podría destinar del orden de entre 500 y 750 millones de euros sólo este año.

El caso de las residencias de tercera edad es especialmente interesante, puesto que se trata de un sector con una tradición escasamente profesionalizada que, con el previsible envejecimiento de la población, necesitará una gestión más eficaz que pueda responder a su creciente demanda.

De hecho, actualmente en España, cerca del 90% de las residencias de tercera edad se encuentran todavía en manos de pequeños operadores, lo que da cuenta de una amplia capacidad de transformación de un sector destinado a cobrar protagonismo con el paso de los años. En este sentido, podemos esperar la entrada en el mercado de grandes inversores especializados en este tipo de activos, que produzcan un aumento del volumen de inversión y actividad.

Son, por tanto, todos estos factores los que hacen que el mercado inmobiliario español sea el más atractivo de toda Europa, tanto por su entorno económico, de crecimiento y de demanda tanto residencial, como de espacio terciario. Nos encontramos en un momento donde existe una clara oportunidad de negocio e inversión y esperamos que los próximos años permitan la consolidación de una etapa prometedora y más profesionalizada dentro del sector.

Sandra Daza es directora general de Gesvalt.
(Fuente: Metros 2)