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16 de julio de 2024
Comprar o vender una vivienda exige gestionar una serie de documentos imprescindibles que nos darán información sobre el inmueble. ¿Qué es la nota simple y por qué es recomendable solicitarla?
Hablamos de uno de los documentos que más datos relevantes te aportará sobre tu futura vivienda.
Adquirir una casa puede ser un proceso emocionante. Además de ser una de las mayores inversiones que una persona haga en su vida, también es una de las más complejas. Por ello es tan importante disponer de la información adecuada, en el momento oportuno, para asegurarse de que se toman las decisiones con conocimiento de causa.
La nota simple es un documento legal que aporta información general sobre aspectos jurídicos y fiscales básicos de interés vinculados con fincas e inmuebles. Imprescindible en cualquier proceso de compraventa, es una herramienta que muestra el estado legal actual de una propiedad, según la información que consta en el registro de la propiedad.
Si la vivienda es de segunda mano, la información de la Nota Simple permite identificar al vendedor y posibles cargas del inmueble.
Entre la información que aporta encontramos datos sobre la propiedad, la ubicación, superficie (inmueble y terreno en su caso), así como la situación jurídica, si consta de cargas pendientes como hipotecas o embargos, o si existen limitaciones de uso.
En el caso de inmuebles en una división horizontal, también se aportan datos sobre la cuota de participación en la comunidad de propietarios.
Por otro lado, también se puede conocer a través de documentación registral si el inmueble tiene vinculado uno o más anexos, garaje y/o trastero, en cuyo caso la transacción tiene que ser conjunta de todos los elementos que forman la finca registral.
¿Quién emite la Nota Simple?
La nota simple la emite el Registro de la Propiedad y es muy sencillo solicitarla. Se puede pedir online por medio de la web del Colegio de Registradores, Pedir Nota Simple en el Registro de la Propiedad. A partir de ahí se completan los pasos del registro.
El precio del trámite ronda los 9,02 euros (impuestos y retenciones no incluidos), valor que puede variar según lo que la ley estipule en el momento de solicitarla. Este servicio incluye, si así se solicita, la traducción a inglés de la nota simple, y su valor asciende hasta los 30 euros. El plazo de recepción suele ser de 24 a 48 horas.
Una vez expedida la información, se remitirá un correo electrónico a la dirección indicada por el interesado con un enlace a una página web donde se podrá descargar la información en formato PDF.
También se puede pedir personalmente en el Registro de la Propiedad.
El comprador puede pedir la nota simple al ser uno de los documentos necesarios para tramitar la hipoteca ante una entidad financiera. Si solicitas una tasación, la nota simple es un requisito obligatorio que se debe presentar al técnico tasador.
En el caso de ser el vendedor quien la solicita, contará con la ventaja de agilizar la venta del activo y adelantarse ante cualquier contratiempo que podría retrasar una operación.
Además, contar con este documento puede impulsar el cierre de una venta y facilitar la negociación ante un interesado.
Quien la solicite deberá demostrar su interés legítimo en acceder a esa información, por ejemplo, si es potencial comprador, heredero, administrador o cuenta con algún derecho sobre la finca.
Para conceder la hipoteca, el banco necesita una nota simple con menos de tres meses de antigüedad.
Aunque ambos documentos muestran similar información, la Certificación Registral va firmado por el Registrador, que da fe del contenido del registro y que tiene eficacia frente a todos, es decir, sirve para acreditar todo lo relativo a una finca que conste en el registro, tanto de titularidades actuales como antiguas, y tanto respecto a derechos vigentes como extinguidos.
Sí, previo a la firma de un contrato de alquiler, los futuros inquilinos pueden confirmar si el arrendador es el propietario o una persona autorizada a tal fin.
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