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29 de noviembre de 2018
La valoración es el punto de inicio, el punto intermedio e incluso el punto final de cualquier proyecto, en especial en proyectos inmobiliarios, porque al no existir un mercado cotizado, es importante contar con el asesoramiento independiente y externo que pueda orientar al inversor sobre el valor.
La valoración es el punto de inicio, el punto intermedio e incluso el punto final de cualquier proyecto, en especial en proyectos inmobiliarios, porque al no existir un mercado cotizado, es importante contar con el asesoramiento independiente y externo que pueda orientar al inversor sobre el valor.
De entre los muchos aspectos que hay importantes, es destacable la finalidad de la valoración. No es lo mismo valorar un activo para contabilidad, un activo para financiarse, un activo para la entrada de socios o simplemente para saber el estado de un proyecto. En general la base de valoración debería ser la base de valoración de mercado, que es la más ampliamente reconocida por lo agentes que operan en el mercado inmobiliario. No obstante, son exigibles otras bases de valoración como el valor razonable para contabilidad o el valor hipotecario en financiación.
Hay casos en lo que esta necesidad es evidente, por ejemplo, un inversor internacional que quiere hacer una valoración en España necesita el conocimiento del mercado nacional. También de segmento de mercado, por ejemplo, un inversor residencial que quiere tener una opinión en un proyecto comercial u hotelero. Desde Gesvalt contamos con un equipo de amplia experiencia en distintos sectores que permite enfocar de forma adecuada cada situación de valoración.